sábado, 4 de enero de 2014

Reiki la alta frecuencia del Amor

                                                                     

Ante todo lo que cada día estamos expuestos, preocupaciones, temores, nuestras emociones negativas consumen nuestras reservas de energía y nos provocan bloqueos que impiden el libre flujo de energía vital. Desarmonizando nuestro equilibrio, causando cansancio, apatía, inquietud, intolerancia, depresión, insomnio, mal humor, pérdida de la salud, carencia de consciencia espiritual. 
Reiki nos provee la energía que necesitamos, estimula la auto sanación, restablece el equilibrio físico, emocional, mental, energético y nos brinda al practicarlo cada vez más consciencia espiritual, armonía interior. 
“Cuando hablamos de Reiki, hablamos de CAMBIO DE CONSCIENCIA, en la medida en que nos damos Reiki o lo damos a otras personas, la energía universal se filtra a través nuestro instalándose en nosotros una nueva información energética que irá buscando lugar en nuestra energía, acomodándose mientras armoniza, limpia, sana se expande, haciendo con ello, que nuestros bloqueos energéticos busquen salida, seamos conscientes o no, los cambios se irán dando como un proceso de crecimiento INTEGRAL”.
Todo cuanto hemos realizado (familiar, profesional, económica, socialmente, etc.) parece insuficiente, nuestra alma requiere de encontrar el propósito espiritual de nuestra existencia, el mismo que ha perdido por el vertiginoso ritmo de la vida misma, aprender a elevar nuestra frecuencia vibratoria, se convierte en prioridad para guiarnos al reencuentro de una vida más saludable, satisfactoria y plena. Para nosotros mismos y el mundo entero. 

PRACTICAR REIKI ES APRENDER A VIVIR EN LA ALTA FRECUENCIA DEL AMOR!
  
Reiki es la energía de vida más pura del Universo, que se canaliza a través de las manos, para armonizar absolutamente en todos los planos, a nivel físico, mental, emocional, energético, tiene su propia conciencia, y por lo tanto tiene la capacidad de abrir nuestro corazón y contactarnos con la Fuente Vital Universal. Fundamentalmente mejora la conexión con nuestra esencia, nuestra realidad espiritual, con nuestro ser interno. El objetivo es un camino hacia el despertar espiritual, donde vamos a ir conociéndonos mejor, limando nuestra asperezas, que nos permita expresar amor impersonal,a través de la Energía Universal. Amor, primeramente, hacia nosotros mismos, que nos lleva hacia nuestro propio desarrollo personal. Y amor hacia nuestro prójimo, ya que actuamos como canales de esa energía en su beneficio.
Reiki fue descubierto en Japón a principios del siglo XX por Mikao Usui. Está basado en una antigua técnica tibetana de sanación, la palabra Rei (universal) Ki (energía vital) es japonesa, así como esta técnica tal y como la conocemos hoy en día, pero la práctica de transferencia de energía para la sanación viene de tiempos muy remotos. No se requiere ninguna condición especial para usar el Reiki; este poder se activa mediante iniciaciones, lo que lo diferencia de otras técnicas de sanación. La energía Reiki fluye (tras la iniciación hecha por un maestro de Reiki) de las manos del sanador, actuando en todas las dimensiones del ser humano: la parte física, mental, emocional y espiritual.

Reiki funciona también dentro de la mente consciente y del subconsciente de todos los seres humanos, devolviendo al cuerpo y a la mente su estado de homeostasis y bienestar original. Esto ocurre muy rápidamente en los casos más leves, y de forma paulatina cuando se trata de desequilibrios crónicos. El Reiki permite a cada individuo liberarse de sus propias tensiones y de las emociones reprimidas, proporcionando un medio rápido y efectivo para eliminar la causa del desequilibrio.


miércoles, 24 de febrero de 2010

Se aplica canalizandolo a través de las manos



Una vez iniciado, el practicante de Reiki se vuelve un canal de la curación. La armonización fluye a través de èl con la Energìa Universal del Reiki. El secreto de la armonización es alcanzar el vacìo y el silencio interior. El Reiki fluye entonces y lo hace todo posible a través del amor.

Reiki nos ayuda a recuperar lo que es nuestro por derecho propio: nuestra calidad de seres espirituales, trayendo como consecuencia la sanación a nuestras vidas.

Desde el más elevado plano espiritual la energía Reiki nos ayuda a volver sobre nuestros pasos y a reconectarnos con nuestro Maestro Interno. A partir de allí, comenzamos a tener la oportunidad de alcanzar las más elevadas virtudes que provienen de nuestro interior.
Es por esta razón que quienes practican seriamente la técnica de Reiki, experimentan profundos cambios en sus vidas y comienzan a sentir la conexión que los lleva a la armonización.

Sobre Sensei Mikao Usui, el Fundador


Mikao Usui nació el 15 de agosto de 1865 en la aldea de Yago, situada en el distrito Yamgata de la prefectura de Gifu, en el sur de Japón, en una familia ilustre, bien acomodada y muy devota de la doctrina de Gautama Siddharta, que seguía con anhelo sus enseñanzas.

Mikao Usui se sintió fuertemente atraído y seducido por el amor y comprensión que irradiaban las enseñanzas y la personalidad de Buda, y por las capacidades de sanación que adquirió después de alcanzar la iluminación, no sólo Él, sino también algunos de sus devotos, tras seguir sus conocimientos sagrados.

Por todo ello, decidió investigar primero en las escrituras chinas sobre las enseñanzas de Buda. Posteriormente, decidió buscar en la India, y halló en los "Sutras Tibetanos del Loto" una descripción intelectual del método curativo y ciertas fórmulas y símbolos. Pero eso no le ayudó para la práctica de las curaciones.

Su necesidad de alcanzar el método para sanar el cuerpo como lo hacía Buda, llevó a Mikao Usui a viajar por los lugares sagrados budistas de Japón sin descanso, y siempre preguntando lo mismo. Tras largas peregrinaciones y búsqueda, sus esfuerzos se vieron coronados con el éxito cuando entabló relación con un viejo abad de un monasterio cerca de Kyoto, quien se interesó en su búsqueda y le permitió seguir estudiando en los antiguos sutras budistas conservados en su gran biblioteca.

Se dirigió a los escritos originales redactados en sánscrito, teniendo la impresión de descubrir lo que buscaba en las enseñanzas orales del Buda, fielmente transcritas por uno de sus discípulos directos. En un viejo manuscrito de los Sutras Tibetanos, encontró un nuevo sistema para contactar con un Bodhisattva que podía iluminarle y transmitirle el método para sanar el cuerpo como lo hizo el Buda.

Después de siete largos años, Usui se había acercado a su objetivo. Poseía el conocimiento y las claves de la curación, pero carecía del poder para servirse de ellas.
Así, pues, Usui se retiró a meditar al monte sagrado Kurama, no muy lejos de allí, para hacer un ayuno absoluto y meditación hasta alcanzar su objetivo. Durante todo su retiro, no hizo otra cosa que ayunar, leer los sutras, orar y meditar. Al amanecer del vigésimo primer día, percibió un rayo luminoso y brillante dirigirse velozmente hacia él. El rayo se hizo cada vez más grande; y al acercarse, se convirtió en la forma de un Bodhisattva que le preguntó qué era lo que buscaba. Usui respondió que deseaba conocer los secretos de sanación utilizados por el Buda.

Usui entró en un estado de supraconciencia. Cuando salió de este estado se dio cuenta de que el sol se encontraba ya en el cenit. Su hambre y su fatiga ya no tenían importancia, porque una nueva energía se había apoderado de él. Así recibió su sintonización con el Reiki y la promesa de que podría transmitirlo a otros.

Usui decidió entonces dejar la montaña. Durante el descenso, yendo descalzo y con las prisas, se hirió en un pie, provocando que la uña del dedo pulgar se pusiera a sangrar. Desgarrado por el dolor, se agarró el pie durante algunos minutos. El dolor se calmó casi de inmediato y la hemorragia se detuvo. Su propia curación sería la primera de una larga serie de curaciones.

Esa misma tarde Usui volvió al monasterio de Kyoto donde ayudó al abad a vencer los dolores de una violenta crisis de artritis y un fuerte dolor de espalda que le mantenía en cama.

A partir de este momento, comienza la última fase de su vida, viajando por todo Japón, dedicándose por entero a la enseñanza de la meditación y del método curativo con Reiki.
Usui murió el 9 de marzo de 1926, y se encuentra ahora enterrado en un templo budista de Saihoji en Tokio. La historia de su vida, cuyos principales sucesos se acaban de resumir, se encuentra grabada sobre su lápida funeraria, que ha sido recientemente descubierta. Antes de su muerte, Usui escogió a su sucesor entre veintiuno de sus Maestros de Reiki. Eligió al que le pareció que mejor había asimilado sus enseñanzas: Juzaburo Ushida (1865–1935), oficial de la marina retirado y gran místico. Ushida se encargó de dirigir la sociedad creada por Usui (“Gakkai”) para extender el Reiki.

El Dr. Chujiro Hayashi, otro de sus Maestros y el único médico, fundó la primera clínica de Reiki en Tokio, cerca del Palacio Imperial, que se llamó Shina No Machi. Como militar, era más sistemático que asceta, y comprendió cuan importante era codificar las técnicas del Reiki y, al mismo tiempo, probar su eficacia.

                                                             

Tras las investigaciones de Hayashi, sabemos que el Reiki llega, en primer lugar, a descubrir en el individuo la causa primera de sus síntomas físicos; luego, a remediar sus carencias energéticas, y finalmente devuelve el equilibrio global.
 
La tercera gran Maestra de la historia actual del Reiki para Occidente fue Hawayo Takata, americana de origen japonés, oriunda de Kawai en Hawai. Desde niña y durante su juventud, Hawayo tuvo que realizar tareas penosas y muy duras para sacar adelante su hogar. El resultado fue, al cabo del tiempo, una mujer fuertemente deprimida, con grandes desarreglos en el estómago y una malformación tumoral.
                                                                     


Por causas del destino falleció una hermana suya y regresó en muy mal estado a Japón, su país de origen, para informar a su familia de la triste desgracia. Dada su precaria salud, se le hizo una revisión en un hospital de Japón, donde se le diagnosticaron piedras en la vesícula, una malformación tumoral y una enfermedad pulmonar, por lo que tenía que ser intervenida quirúrgicamente. Un médico, le habló a Takata del Dr. Hayashi y su método de sanación del cuerpo y así Takata entró en contacto con él.
 
En la clínica de Hayashi, trataron las enfermedades de Takata con Reiki. Al cuarto mes de tratamientos, ya estaba completamente sana. Esto motivó a Takata a aprender el Reiki, tras insistir mucho a Hayashi. Finalmente, Chujiro Hayashi enseñó las técnicas del Reiki a Takata. Sería la decimotercera y última Maestría que haría el Dr. Hayashi.

Takata se dedicó a la enseñanza del Reiki desde entonces y, hacia el año 1970, decidió iniciar a otros en la Maestría de Reiki. Durante más de treinta años fue la única Maestra de Reiki en activo, debido a que la Segunda Guerra Mundial dejó muy pocos Maestros de Reiki en Japón.
 
Hawayo Takata murió el 11 de diciembre de 1980, dejando un legado de veintitrés Maestros de Reiki en los Estados Unidos y Canadá. El Reiki siguió extendiéndose por Occidente, y se exportó de vuelta a Japón en 1985, aunque muchos de los conocimientos legados por Usui y sus discípulos directos fueron conservados por unos pocos miembros del Gakkai Reiki en Japón.

SISTEMA USUI TRADICIONAL JAPONÉS



El aprendizaje del Reiki suele comenzar con el Sistema Usui Tradicional Japonés. Este Sistema está estructurado en cuatro niveles (Shoden o elemental, Okuden o avanzado, Shinpiden o arcano y Gokuikaiden o Maestría), cada uno de los cuales se imparte en un curso de un día completo de duración. No hay un período de tiempo establecido para pasar de un nivel a otro, aunque se recomienda realizar primero los 21 días de limpieza de un nivel antes de hacer el siguiente.

El origen de este Sistema es Mikao Usui Sensei, quien no sólo copiló y desarrolló gran parte de sus técnicas, sino que además reintrodujo el Reiki tal y como lo conocemos hoy en el planeta, tras muchos años de haberse mantenido oculto entre selectas minorías.

Las técnicas y símbolos de este Sistema permiten trabajar ampliamente los planos físico, mental, emocional y un primer aspecto del plano espiritual del practicante.

Primer Grado.- Shoden. Este nivel esta abierto a todo el mundo, ya que la Energía Universal reside en todos y puede ser canalizada por todo el mundo. No requiere ninguna preparación previa. Se suele impartir en un solo día. Las iniciaciones son un proceso de purificación y sintonización de la energía individual con la Energía Universal. Se levantan bloqueos energéticos, proporcionando el equilibrio y la armonización de los centros energéticos llamados chackras. A través de la iniciación, se van abriendo los canales energéticos, otorgando así la capacidad de transmitir la energía a través suyo y de sus manos. Cuanto más se utilice, más se amplifica el canal.

Segundo Grado. Okuden. Requiere haberse iniciado anteriormente en el Primer Grado y tener la enegía fluyendo armonisosamente. La iniciación y lo que se recibe en éste nivel permite intervenir sobre la parte causal de la enfermedad física. Que se encuentra en los nivel emocionales o espirituales.

Tercer grado. Shinpiden. La iniciación en el Tercer Grado, da el poder y la responsabilidad de utilizar una técnica japonesa de sanación, para ayudar a otros a que reconozcan su verdadera esencia, y llevar así este conocimiento a su vida práctica.

La Maestría. Gokuikaiden. Nos acerca al “Conocimiento del Ser”, objetivo último de la vida humana en el planeta Tierra, y nos permite canalizar energía desde el plano causal, el plano al que pertenecen los “MaestrosAscendidos de Reiki”. Cristo, Buda, Krishna, etc.
                                                                       


                                                                     
Maestría en Sistema Tibetano-Tántrico. Tras recibir la Maestría en el Sistema Japonés, se recomienda continuar la formación en Reiki por el Sistema Tibetano-Tántrico, este Sistema consta de símbolos, con los cuales se puede trabajar en profundidad el plano espiritual del paciente o practicante de Reiki, a través de la transformación y purificación de las emociones conflictivas, cuya base es la ignorancia. El objetivo de los símbolos tibetanos y tántricos es llenarnos de fuerza vital y elevar la energía kundalini, para nuestro crecimiento espiritual y la trascendencia del plano físico. Estos símbolos trabajan especialmente sobre los chakras.
                                                        


Después de completar el aprendizaje del Sistema Japonés y la Maestría Tibetano-Tántrica, se suele continuar por el Sistema Karuna-Prakriti, vigente en Estados Unidos y otros países de Europa y Asia.

El Sistema Karuna-Prakri(Karuna significa “compasión” y Prakriti es la Energía Cósmica o Dios sin forma) contiene símbolos de poder que además de producir una curación profunda debido a su intensa energía, desarrollan virtudes como el amor y la armonía, potencian la autoestima, restauran el equilibrio emocional, liberan el karma, incrementan la conciencia y la pureza, armonizan los chakras, nos dan claridad sobre nuestro ser y crean un sentimiento de paz y se pueden combinar con los del Sistema Usui Japonés y el Tibetano-Tántrico.
                                                                   
          

Los efectos del auto tratamiento y tratamiento a otros con Reiki:



Reiki produce una armonización completa y multidimensional en las distintas esferas del ser humano, transformándolo y desarrollándolo interiormente.
Los tratamientos con Reiki estimulan y despiertan las fuerzas internas de autosanación, equilibran los centros y circuitos energéticos y las funciones metabólicas del cuerpo. También alivian las tensiones musculares y los dolores, y liberan las emociones reprimidas, armonizándose en el proceso la esfera psico-afectiva de la persona.
Reiki aumenta el nivel energético del paciente, proporcionando vitalidad física y anímica, revitalización orgánica y rejuvenecimiento de todo el organismo. Produce además un estado de profunda relajación, de calma mental y serenidad de espíritu.
A través del Reiki se descubren las causas profundas del malestar del cuerpo y de la mente, llegando así a la raíz de la enfermedad situada, a menudo, en la dimensión psico-afectiva y existencial de la persona. De esta forma, es posible la sanación del ser en su totalidad, ideal y meta de la medicina holística.
Durante las sesiones de tratamiento con Reiki, tanto el paciente como el practicante de Reiki pueden experimentar vivencias absolutamente personales, por ejemplo: sensaciones físicas de calor o de frío, flujo de energía, vibraciones, cosquilleo, emociones, imágenes, recuerdos, estados anímicos, visualizaciones, ensueños, sonidos, mensajes del inconsciente, memorias de vidas pasadas, momentos reveladores, interiorizaciones, sentimientos de paz y amor, etc.
El efecto sobre las plantas y los animales, que también se benefician de la Energía Universal, elimina la posibilidad del efecto placebo. Se han hecho experimentos que demuestran que las semillas y pequeños brotes tratados con Reiki se desarrollan mucho más rápido y tienen mayor resistencia.
A través de las fotografías Kirlian, se han demostrado los efectos que tiene el Reiki sobre el campo áurico de las personas, tomándolas antes y después de un tratamiento y de una iniciación para comparar. Estas fotografías demuestran que, tanto el practicante  como el receptor o alumno, han aumentado notablemente la luminosidad, densidad y tamaño del aura, después de recibir el tratamiento y la iniciación.